COMO ECHAR A PERDER UNA CARRERA POLÍTICA
-Carta
política a Julio Yañez-
Julio Yañez: Por la
importancia del actual proceso electoral en el País y en el Estado de Morelos,
me dirijo a tu persona para manifestarte mis puntos de vista respecto al rol
que juegas en dicho proceso. Por principio te diré que me parece una farsa y
una contradicción insalvable de tu parte querer separar tu papel de candidato
que lucha por el poder político gubernamental y que, al mismo tiempo, te
definas como un candidato ciudadano, como si el concepto en si no llevase
intrínsecamente su relación con la política y el poder.
¿Y los políticos no son
ciudadanos? ¿Y los ciudadanos, como lo dijo Aristóteles, acaso no son animales
políticos? La Real Academia Española, define
con toda claridad que farsante es alguien que finge lo que no es o no siente.
Actor de teatro, especialmente de comedias. ¿Eso eres Sr. Candidato?
Pero vayamos al grano.
Mira Julio, desde el principio cometiste un grave error, te apoyaste en un partido
cuyo presidente tiene tres prioridades: primero él, luego él y finalmente él.
Es un delincuente en toda la extensión de la palabra, tengo pruebas que lo
confirma. La posibilidad de que el PSD se transformara en una opción diferente
nunca fue ni es de su interés. Eso tú lo sabes muy bien.
Por eso, no es de
extrañarse que el pacto que acordaste con él tenga como origen esencialmente un
interés estrictamente mercantil. Y de paso, que a ti te permitiera ser
protagonista en el actual proceso electoral. Una satisfacción ególatra que solo
te sirve a ti pero que poco contribuye a forjar una nueva generación de jóvenes
políticos, distintos a los actuales. Te pusiste a correr antes de caminar. La
estrategia que asumiste desde hace tres años para forjar en ti un nuevo
liderazgo y con nuevas ideas no ha sido la correcta.
Tú bien lo sabes Julio,
en estas elecciones como en la de hace tres años, tu objetivo siempre ha sido
la de participar, no la de ganar. Se impuso en ti, sin querer, la vieja cultura
del mexicano perdedor que participa en las olimpiadas: que lo importante es
participar, no ganar. La mentalidad ha venido cambiando, sin duda. Tu mismo
reflejas ese nuevo potencial, pero la regaste en tu estrategia, en la elección
de tus aliados, en elegir un partido de esas características, en tu discurso,
así como en la elección de tus “enemigos”. Y por lo mismo vas a perder de
calle.
Siendo así tu
perspectiva política, es mejor que ya no te desgaste y que les hables con la
verdad a tus simpatizantes. Porque además, estás amamantando a un personaje sin
escrúpulos como Eduardo Bordonave, con el riesgo de que si el partido logra el
registro al rato te dé la espalda. Eso hizo con tu Padre, aun siendo regidor;
porque siempre tuvo el temor que ustedes le hicieran sombra y competencia al
interior del partido.
Por eso tu candidatura
de origen generó serias suspicacias y conforme avanzó la campaña estas se
incrementaron. Que terminaron por confirmarse el día del debate. Concentraste
tus baterías en descalificar a Graco Ramírez, cuando que él como tú representan
a partidos que se asumen de izquierda, y por sentido común debiste verlo como
un aliado. La lógica indicaba que tus baterías las enfocaras en contra de Amado Orihuela, o en todo caso en contra de Adrián
Rivera, o de ambos. Y para ponerle la
cereza al pastel de las suspicacias, terminaste por irte a hacer campaña a
distintas ciudades de Europa. ¿Acaso fue un pago a tu papel de esquirol en el
debate? El sentido común indicaba o la recomendación que todo estratega
electoral novato dicta es que debiste intensificar tu campaña, seguir sumando
adeptos, pero no fue así.
Tal pareciera que el PRI y su
candidato te utilizaron y te utilizan, aplicándote la clásica “estrategia Kleenex”: úsese y deséchese. Te utilizan en el debate y en la
campaña para erigirte en un golpeador en contra de Graco, pero al mismo tiempo
-me indica la lógica- te envían de turista a Europa como para que te
convirtieras en el foco de atención pública y fueras golpeado a diestra y
siniestra. El autor de esa huida seguramente también cobró sus dividendos. En cuestión
de días jugaste un doble papel. Recuerda el día en que el propio equipo de
Amado Orihuela ya te había organizado la conferencia de prensa donde ibas a
anunciar que declinabas a su favor.
Supongo que ahora la están pensando seriamente, en si les conviene que
declines, no vaya ser que en una de esas se contaminen más con tu desprestigio
que ellos mismos propiciaron.
Julio, quienes nos dedicamos a los
menesteres electorales desde hace décadas, y sobre todo desde una posición de
izquierda, sabemos muy bien cómo se las gasta el viejo régimen político que
representan, en muchos sentidos, EPN y Amado
Orihuela. Por lo mismo, mis suspicacias y las de muchos Morelenses se confirman
con tus acciones y reacciones. No hay más que de dos sopas: o te dejaste
utilizar o te utilizaron. En ambos casos menospreciaste a la sociedad y a los
ciudadanos Morelenses. Te mató la soberbia. Pero también se puede concluir que
tu verdadera vocación no es precisamente la del servicio público, tal parece que
te agrada servirle a otros intereses. Sean cuales fueren tus razones para jugar
el papel que te has designado, lo real es que los saldos de tu campaña arrojan
muchos pero muchos más negativos que positivos, más desprestigio que
credibilidad.
Para terminar, te
invito a que reflexiones mis puntos de vista y conceptos. Si dices que estás
por contribuir por el cambio en el Estado de Morelos, entonces enfoca tus
energías en lo que resta de la campaña en evitar que lleguen al gobierno del
estado los que ya tuvieron la oportunidad de gobernar. Invita a tus
simpatizantes a que no desperdicien su voto, porque un voto por ti, pero sobre
todo por el Partido Socialdemócrata de Morelos es un voto que no ayuda al
cambio. Sería un voto que estaría dándole respiración de boca a boca a un
partido de patente familiar, a un personaje como Eduardo Bordonave muy parecido
-igual o peor- que el llamado niño verde, que dispone de “su” partido como si
fuese una franquicia comercial.
El Estado de
Morelos y los jóvenes merecen certidumbre y objetivos realistas, no vendas
ilusiones porque se te pueden revertir. ¡Aguas! No confundas tu carisma con tus
capacidades, no menosprecies el sentido común de la gente, porque en tiempos
electorales las adhesiones, los intereses y pasiones suelen ser pasajeras. No
pierdas de vista el futuro, constrúyelo con mejores obras del presente. ¡No
eches a perder tu carrera política en una batalla!
17 de junio de 2012
A t e n t a m e n t e
Ignacio
Pinacho Ramírez
Interesante análisis. No creo que reflexione mucho Julio Yáñez. Ya salió a decir que Graco Ramírez opera una campaña para desprestigiarlo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Martinsísimo. Y Yañez opera u operó para el PRI. Por cierto, Bordonave pretende ser diputado local para tener fuero y así evitar la carcel.
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