jueves, 5 de junio de 2014

Partidos Nuevos, partidos diferentes.

PARTIDOS NUEVOS, PARTIDOS DIFERENTES
-Partido Acción Ciudadana de Costa Rica y PODEMOS en España-

Ignacio Irys Salomón
Ignacio Pinacho Ramírez


La creación de nuevos partidos políticos por lo general no se traducen automáticamente en partidos diferentes. La experiencia mexicana nos dice mucho al respecto. Los llamados partidos emergentes de los últimos quince años, aunque varios de ellos han conservado la votación suficiente para mantenerse en el actual régimen de partidos, no llegaron a convertirse en opciones diferentes para la mayoría de electores y ciudadanos; terminaron de ser, eso sí, en satélites de los tres principales partidos.

Recientemente y en dos distintos países, como resultado de elecciones constitucionales, emergieron dos formaciones políticas que las convirtieron en sus respectivos países en claros referentes distintos, en atractivos sociales y políticos: El Partido Acción Ciudadana (PAC) en Costa Rica y la organización PODEMOS en España.

PARTIDO ACCIÓN CIUDADANA

La conquista de la presidencia de la república en Costa Rica por parte del PAC permitió, incluso, romper con el bipartidismo en este país. Este partido es de corte socialdemócrata, aunque militan a su interior, desde comunistas, liberales y socialcristianos; fue producto de un fuerte desprendimiento en el Partido Liberación Nacional, por el alto grado de corrupción prevaleciente en este partido.
El Partido Acción Ciudadana nació en diciembre del año 2000 y su propuesta se sustenta en “la motivación y el entusiasmo de hombres y mujeres convencidas y comprometidas con un modelo de desarrollo solidario, respetuoso del medio ambiente, defensor de los Derechos Humanos, que promueve la equidad y mayores oportunidades igualitarias a todas y todos los habitantes de Costa Rica.

Creen en el fortalecimiento de la democracia, en el respeto al Estado de Derecho, en el diálogo, la ética en el ejercicio de la función pública, en la participación ciudadana y en el bien común como fin último de todas las decisiones de Estado.

Defienden el derecho y la responsabilidad de la ciudadanía de participar activamente en la toma de decisiones. Promueven la participación igualitaria de hombres y mujeres y otorgan un papel privilegiado a la juventud. Creen en una sociedad que respete la pluralidad de pensamiento y la diversidad de sus habitantes; comprometidos con el ejercicio trasparente de los cargos de representación, con el fin de incrementar, mediante el esfuerzo conjunto, la calidad de la democracia costarricense y promover un estado y una nación que impulsen un desarrollo solidario, sostenible social, económica y ambientalmente, y el respeto a la diversidad cultural y los derechos humanos” (https://pac.cr/identidad/historia).

El triunfo del Partido Acción Ciudadana en las elecciones del 6 de abril del presente año, con el apoyo en segunda vuelta del 77 % de los electores que eligieron como presidente al académico Luis Guillermo Solís , marca la ruptura de un ciclo de historia política del país de sesenta y seis años,  que se caracterizó por la alternancia en el gobierno solo de dos grupos políticos: El Partido Liberación Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana. Hay que tener presente que en su primera aparición (año 2002) el PAC, teniendo como candidato a su fundador Ottón Solís Falla, obtuvo el respetable 26.19% de votos ciudadanos.


El surgiendo de esta opción política, deviene de dos factores y causas esenciales: Primero, de un deslinde tajante con la corrupción prevaleciente en el bipartidismo político. Segundo, el descontento y rechazo en algunos sectores sociales a las medidas económicas que impulsaron y otras que pretendían imponer los gobiernos, como el de Oscar Arias, a fines de la década de los 90 del siglo pasado, pero también por las serias y sustentadas demandas de corrupción, a principios del presente siglo, en contra de los ex presidentes socialcristianos Rafael Ángel Calderón Fournier y Miguel Ángel Rodríguez.

Para la historiadora Costarricense Elizabeth Fonseca, esta situación llevó al país a la desigualdad, a la exclusión social, con una corrupción galopante que corroe todos los niveles, que ha permeado desde los más altos cargos, como presidentes de la República, hasta los más bajos cargos. Corrupción que ha corroído profundamente al sector privado. En suma, la apertura comercial, las privatizaciones y la corrupción cambian la fisonomía de Costa Rica. Esta situación se convierte, a la vez, en factores que permiten el surgimiento de un partido alternativo como es el Partido Acción Ciudadana, que se propuso rescatar lo mejor de las raíces del socialcristianismo y de la socialdemocracia para construir una propuesta de centro, acorde con los nuevos tiempos y que mirara hacia el futuro. (http://bit.ly/1kjz35A)

La campaña electoral se desarrolló en el marco de un descontento popular con la gestión de la presidenta Laura Chinchilla, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN) y provocado, también, por actos de corrupción en su gobierno.





PODEMOS

Podemos, no es estrictamente un partido, pero si un movimiento político y social. Es una iniciativa ciudadana que únicamente con cuatro meses de existencia, que se registró el 11 de marzo de 2014 para competir en las elecciones para el parlamento europeo, del pasado 22 y el 25 de mayo; y que de forma sorprendente llegó a colocarse como la cuarta fuerza política en España, con un 10% de la votación. (http://bit.ly/1gv4fyZ).

Una característica singular de esta formación político-social de España es que tiene sus orígenes en el movimiento de los indignados 15-M, un movimiento social de protesta y rechazo que deviene de las políticas que dieron origen a la crisis económica Europea. Movilizaciones ciudadanas pacíficas, espontáneas en origen y surgidas en gran parte en las redes sociales durante los años recientes. Y como dice uno de sus principales dirigentes, el que fue su director de campaña, Íñigo Errejón, "no somos el 15-M, aunque no habríamos sido posibles sin él".

Destaca que el núcleo central de dirección son integrantes de la academia, maestros e investigadores; cuya cabeza visible es Pablo Iglesias (Homónimo del fundador del PSOE), que ha sido el rostro de la operación electoral desde su plataforma de tertuliano en la televisión, y desde una utilización -por demás excelente- de las redes sociales de internet.

El partido se ha hecho a través de los “círculos”, unos 300 grupos de trabajo por temas, diseminados por barrios y pueblos, en los que miles de personas han ido lanzando ideas para un partido que pretende ser de nuevo tipo. "Vimos que en España teníamos de un lado a la casta política y del otro a la ciudadanía. Había una muy tímida expresión política del descontento", explica Íñigo Errejón.

El programa en campaña de Podemos se concentró en seis temas: recuperar la economía, conquistar la libertad, conquistar la igualdad, recuperar la fraternidad, conquistar la soberanía, y recuperar la tierra. Pero el eje articulador de este programa fue el combate a la corrupción, como pandemia que amenaza la supervivencia de la democracia. Y, por lo mismo, el mensaje de Podemos fue el de apuntar hacia la recuperación de mecanismos de decisión colectivos, logrando pulsar “una nueva sensibilidad que ha recuperado esa palabra (la democracia) para el conjunto de los ciudadanos; que lo llevó, como una de sus acertadas estrategias de organización y posicionamiento, a elegir a sus candidatos en elecciones primarias abiertas a la ciudadanía.

Para Jordi Rodríguez Virgili, director del máster de Comunicación Política y Corporativa de la Universidad de Navarra, Podemos recogió muchos votos nuevos, “tanto de gente que ha cumplido 18 años como de electores de más edad que antes no se habían involucrado políticamente”. Pero incluso en ese sector, ha habido un posicionamiento estratégico que ha hecho que Podemos alcanzase con nitidez a su elector. “Entre politólogos y titulados universitarios ocupan más el 90% de sus listas”. Dado que hablamos de un estrato social muy castigado, explica Rodríguez Virgili, “no sólo desde el punto de vista económico, también por la falta de becas, por el desastre que es el sistema universitario y por la falta de oportunidades para los jóvenes en un país gobernado por gente mayor”, resulta comprensible la penetración que la formación electoral ha conseguido entre ese público. (http://bit.ly/SJCwzY)

En perspectiva, dice uno de sus principales ideólogos, Juan Carlos Monedero, queremos que sea la llave para la construcción de un frente amplio como el de Uruguay, un punto de encuentro entre partidos y movimientos sociales que nos permita reinventar la democracia y crear un proceso constituyente… porque Podemos no tiene un solo origen, sino muchas circunstancias (http://bit.ly/1ptE9MU).

En conclusión

Los casos del PAC y Podemos, nos indican de que es posible un nuevo partido que se convierta en un partido diferente, atractivo para la ciudadanía; pero a condición de que considere una serie de prerrequisitos en su proceso de fundación, en el desarrollo del mismo, en el discurso, en sus propuestas, en el perfil de sus candidatos y en la estrategia de campaña electoral. Dos cuestiones que debemos tener presente:

1.- El partido nuevo debe ser diferente a los demás con respecto a sus formas de funcionamiento e integración de las diversas tendencias y grupos políticos; lo suficientemente amplio y plural. Donde nadie esté excluido pero nadie esté sobrerrepresentado. Y con novedosas formas de participación de sus militantes y simpatizantes, acorde a la era de las grandes redes sociales y del conocimiento.

2.- Propuestas programáticas más realistas, sin medias tintas, llamándoles a las cosas por su nombre, un discurso que deje a un lado los lugares comunes y del pasado; y al mismo tiempo una opción que se plantea seriamente los acuerdos políticos por el bien del país. Estas propuestas deben ir acompañadas de nuevas formas de hacer política, porque se trata no solo de serlo sino de parecerlo; una nueva cultura política que ponga el acento en la ética y en la honradez intelectual. Como dice, Pepe Mujica: Si no existe honradez intelectual, todo lo demás es inútil. Porque el deterioro de la política y de los partidos solo es superable con nuevas prácticas y mucha congruencia.



2 de junio de 2014