miércoles, 3 de septiembre de 2014

Una nueva forma de hacer partido

UNA NUEVA FORMA DE HACER PARTIDO
(Partido-frente)
Ignacio Pinacho Ramírez

1.- El concepto de partido-frente o partido arcoíris, deviene de determinadas experiencias de construcción partidaria, particularmente en América Latina.[1]  A diferencia de las categorías clásicas  o modelos de partido (partido de clase, partido ideológico, partido de elites o de masas, etc.), los partidos frentistas son una nueva forma de organización partidista, cuya característica principal es la conjunción de un amplio pluralismo político e ideológico con un funcionamiento y toma de acuerdos a partir del consenso.[2]   

2.- Esta nueva forma de organización ha contribuido para que ciertos referentes partidistas se traduzcan en un corto tiempo en partidos muy competitivos: PT Brasileño, FA Uruguayo, PAC de Costa Rica, el partido Democrático Italiano y la misma Concertación Chilena. En estas experiencias el pluralismo ideológico también se ha traducido en un amplio pluralismo social, pluri-clasista; donde conviven diversos liderazgos o movimientos que sintetizan descontentos sociales derivados de la compleja realidad actual.

3.- En nuestro país, los partidos -con la excepción del PRI- esencialmente fueron construidos bajo las premisas clásicas señaladas. En su origen en el PRD se discutió cierta concepción frentista para regir su vida interna. Incluso, la Corriente Nueva Izquierda llegó a presentar un proyecto estatutario al respecto. Sin embargo, el funcionamiento frentista del partido aterrizó esencialmente en la reglamentación de sus distintas corrientes políticas, cuyo espectro ideológico se redujo únicamente a la existencia de diversas expresiones de izquierda.

4.-  A reserva de un estudio minucioso del Partido Revolucionario Institucional, está claro que este partido desde su origen ha funcionado a partir de grandes acuerdos a su interior, de la existencia de entre facciones, y entre sectores políticos y sociales. Es una especie de partido-frente pero con reglas verticales en su funcionamiento. Formalmente mantiene una estructura vertical de su aparato burocrático, pero funciona a través de grandes acuerdos políticos entre sus facciones. También podríamos decir que su base social es pluri-clasista. Estas características, sin duda, lo siguen colocando y sosteniendo como el partido político más fuerte y competitivo del país.  

5.- En los últimos 15 años, según datos de Central Política, la vida promedio de los nuevos partidos ha sido de sólo 14 meses. Y los que han logrado refrendar su registro cuando contienden por si solos apenas han rebasado el umbral del 2% de la votación. El PVEM que podríamos considerar un partido temático, pero de corte familiar, es el único que ha superado el 3 o el 4 por ciento de la votación; el MC, PT y Nueva Alianza que se consideran partidos más ideológicos o partidos-negocio, en cada elección constitucional están sometidos a la presión de sostener su registro. Para la elección de junio de 2015, con la participación de tres nuevos partidos y el aumento del 3% para preservar el registro, el escenario de vuelve mucho más complicado, tanto para los partidos satélites como para los nuevos partidos: Morena, Partido Humanista y Encuentro Social.

6.- El Partido Humanista, por su composición ideológica y social, se ubica más dentro del espectro de partido-frente que se han constituido en otros países, y no dentro de los modelos clásicos de partido. Su espíritu fundacional que nos llevó a cumplir exitosamente los requisitos de ley y a convertirnos en un nuevo partido político nacional estuvo sustentado en la confianza política, en el consenso y en la colaboración política. Y también en el reconocimiento de que ideológicamente podemos ser distintos, pero sin que esta característica fuera un impedimento para construir un partido, esencialmente político y programático.

7.- Su éxito electoral seguramente tendrá que ver con la amplitud y profundización de esta concepción partidaria. Si el PH quiere ser exitoso y, por lo tanto, diferente a los partidos satélites[3] obligadamente tiene que abrirse al mayor espectro de fuerzas políticas y sociales; empero, para que éstas coincidan y se acerquen necesariamente las reglas de convivencia tienen que ser flexibles adhoc a la cohabitación de corrientes ideológicas y sociales diversas. 

Características fundamentales:

8.- Un partido-frente es un sistema y un pacto de funcionamiento, donde cohabitan organizaciones y corrientes ideológicas y socialmente diversas. Donde cada fuerza política o social, independientemente de su presencia territorial, tenga posibilidades de participación en los órganos de representación y decisión, bajo un formula incluyente, pero sin llegar a la sobrerrepresentación política de alguna de ellas. Es también y, sobre todo, el reconocimiento mutuo de lo que cada quien representa, dejando a un lado la concepción hegemónica de dirección y presidencialista de los partidos autoritarios y tradicionales.

9.- A diferencia de otras experiencias frentistas, como el PT Brasileño, donde solo cohabitan expresiones diversas desde la izquierda, en el PH cohabitan -aún de forma reducida- expresiones de lo que geométricamente conocemos como corrientes de derecha y un espectro más plural de expresiones de izquierda[4], y en menos medida del nacionalismo revolucionario. El basamento de la propuesta no es de hegemonía en torno a una propuesta ideológica, sino, aunque suene contradictoria, a la cohabitación de varias en torno a un piso común de valores democráticos y propuestas programáticas.

10.- La existencia de esta pluralidad y la solidez de este proyecto partidario necesariamente debe corresponder a los lineamientos establecidos en nuestros actuales estatutos, y modelar y profundizar  otros más que permitan crear una institucionalidad sólida y de corresponsabilidad política. Se trata de crear tantas formas de organización partidaria de conformidad a los distintos intereses y necesidades sociales de las agrupaciones y ciudadanos. La innovación debe ser una distinción.

11.- En consecuencia, se eliminan las figuras de Presidente, Vicepresidente y Secretario General en todos los niveles de dirección. Las resoluciones que se adopten seguirán siendo por unanimidad, por consenso[5] y por mayoría calificada, dependiendo del tema o asunto a resolver. Los órganos de gobierno deben integrarse a través de dos vías: La representación plural, que garantice la representación de todas las expresiones y organizaciones integrantes del partido, sin excepción alguna. Y la otra vía, a través de un proceso electivo de proporcionalidad pura, que se derivará de la competencia entre planillas. Estas normas son la mejor garantía para hacer compatible un sistema de representación de mayorías y minorías, justo y equitativo.

12.- La legalización de un sistema colegiado de dirección política nos permitirá, al mismo tiempo, despersonalizar la representación del partido y acotar el protagonismo mediático de los dirigentes por encima de la institución partidaria. Al mismo tiempo, se le otorgará un protagonismo a todas las organizaciones o corrientes, dirigentes y militantes, en la medida que todos tendrán la libertad de expresión y acción en las líneas políticas y tareas que no son del acuerdo del conjunto. Las resoluciones institucionales serán dadas a conocer por los órganos colegiados correspondientes.

En conclusión, las características señaladas son la base y soporte para crear un partido político inédito  y sui géneris, capaz de establecer reglas de convivencia de una pluralidad política que ha estado excluida del régimen actual de partidos. Un partido que cultive y haga valer el valor de la tolerancia, como precepto básico y vital del ejercicio democrático. Esta contribución, sin duda, creará las condiciones para el surgimiento y desarrollo de una nueva cultura política y la de un partido realmente diferente.

Julio-agosto de 2014




[1] La innovación partidista de las izquierdas en América Latina. (ILDIS-FES) y la Fundación Friedrich-Ebert (FES). Experiencias de construcción partidaria en América Latina. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-Bolivia) 2008 e Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA) 2008.
[2] El consenso es un proceso de toma de decisiones en grupo. Es un método por el cual la totalidad de un grupo puede llegar a un acuerdo. Las iniciativas e ideas de los participantes se agrupan y sintetizan en una decisión final que resulta aceptable para todos. Por medio del consenso, no sólo se llega a soluciones mejores, sino que se promueve también el fortalecimiento del sentido de comunidad y confianza. (http://bit.ly/1ovGo4q) 
[3] PARTIDOS NUEVOS, PARTIDOS DIFERENTES. -Partido Acción Ciudadana de Costa Rica y PODEMOS en España- Ignacio Irys e Ignacio Pinacho. http://bit.ly/1rS29uZ
[4] El Partido Humanista ¿De derecha o de Izquierda? Ignacio Pinacho Ramírez. http://bit.ly/1plplxL 
[5] La decisión por consenso es un proceso de decisión que busca no solamente el acuerdo de la mayoría de los participantes, sino también persigue el objetivo de resolver o atenuar las objeciones de la minoría para alcanzar la decisión más satisfactoria. A la vez consenso significa: a) un acuerdo general, y b) un proceso para alcanzar dicho acuerdo. La toma de decisión por consenso trata fundamentalmente del proceso.